domingo, 14 de noviembre de 2010

Historia al Debate


La historia hay que defenderla con entusiasmos y con conocimientos.

Casa Natal de Carlos Manuel de Céspedes Bayamo
Este espacio tiene el propósito de defender la historia de Cuba con los argumentos de la verdad histórica.

Los hombres hacen la historia con sus manos y también con sus recuerdos.

¿A quiénes les convienen, en este mundo convulso y agresivo que existan pueblos desmemoriados?

¿A quiénes les convienen el olvido, el desarraigo, el desdibujamiento de la identidad y el desconocimiento de nuestras arraigadas raíces de pueblo-nación, de cubanía y de Patria?

La globalización imperialista y la ponzoña de la  reacción anticubana de Miami, tienen como propósito borrar los valores del pueblo cubano y desconocer nuestros más preciados símbolos.

Estamos en presencia de ofensiva contrarrevolucionaria, que tiene su sustento en las ideas y en la ideología pero que ya ha enseñado sus sucias y pestilentes garras   en hechos de  claros contornos  antihistóricos. Es un intento  fallido por  retrotraer la historia.

 La dominación en la contemporaneidad está sustentada en la desmemoria, en la suplantación de la verdadera historia por un producto comerciable y de fácil digestión.

De tal manera que los problemas de la historia y sus valores no son sólo de la academia, porque desborda lo particularmente cognoscitivo o metodológico, sino esencialmente de la ideología, y como tal debemos tratarlos.

Con infame delectación descarnan nuestros más preciados símbolos y ponen en tela de juicio las ideas de los hombres mayores que la sustentaron y defendieron.

La guerra de los símbolos ha estado presente  en la confrontación contra la Revolución cubana, el socialismo y nuestra nación, donde lo simbólico ha tenido siempre un espacio.

La Patria cubana nació de entre sus símbolos, porque estos constituyeron asideros de los valores de identidad, patriotismo y libertad, que forjaron los ideales que aún nos acompañan en los combates de hoy, de tal manera que defenderlos es en primer lugar conocerlos más profundamente, traerlos a la contemporaneidad y andar junto a ellos por el camino de la construcción del socialismo cubano


No siempre los plumíferos a sueldo o los mercenarios de última hora nos presentan burdamente su cochinada. En un contexto en que la verdad y la mentira andan de la mano en el maridaje de la traición, solo la cultura, el conocimiento más profundo de nuestra historia, la nuestra, la  de Cuba, y la de la América martiana, nos podrán defender. Viene a la mente aquella afirmación de Fidel cuando nos apuntaba que la Cultura era lo primero que teníamos que defender, y que era espada y escudo de la nación. Fijemos esa idea y seamos consecuentes con ella.

El conocimiento de la Historia de Cuba y su asunción como un valor patriótico es un factor ideológico del alto rango y cohesionados de nuestra unidad.

La formación en valores, juega un papel importante en el momento actual de desarrollo del país, ya sea por medio de la comunidad, los maestros, la familia, el sistema educacional y de las instituciones culturales en su conjunto o los medios de comunicación masiva, es necesario asumir la crítica reveladora, proceder a reactivar y a reacomodar valores que han perdido vigencia por el impacto de los nuevos tiempos. Solo así, con el convincente lenguaje de los hechos y también de las ideas, podremos crear, formar y desarrollar los valores demandados por el curso actual de nuestra historia.

Qué hacer y cómo defender nuestra historia tiene que ser la pregunta que preceda cualquier reflexión para un tema de tanta urgencia y sensibilidad.

Solicitamos a la comunidad de cientistas de las ciencias sociales, y a cualquier ciudadano que quiera participar de este diálogo abierto y franco,  que se pronuncien a favor de defender nuestra historia y los valores más genuinos que la sustentan.

No renunciamos a la polémica, ni a los disentimientos, siempre tendremos a la mano la verdad más fehaciente, rigurosa, esencial, ya lo sabemos, nuestra espada y nuestro escudo en están en nuestra cultura y en nuestra historia, a ellas defendemos, ellas nos defienden.

Dejo abierto este escenario. Saludamos a los que se incorporen, de manera franca y sincera.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Saludos, bienvenido a la Web, listo para compartir opiniones

Anónimo dijo...

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